La temporada de la NBA ha llegado a la gran final. Esta vez, Boston Celtics y Dallas Mavericks se enfrentarán en una serie al mejor de siete. La inédita final marca una de las principales cualidades de la NBA para los hinchas: el gran equilibrio. Después de un periodo de grandes años para los Golden State Warriors, equipo de San Francisco, la NBA ha cambiado y se metieron diversos equipos en la fase decisiva. En los últimos cinco años hubieron ocho equipos diferentes. Es decir, sólo dos franquicias han logrado llegar dos veces a la final, que son Miami Heat y, ahora, Boston Celtics.

La temporada pasada ya fue un ejemplo del poder de la NBA para mantener el equilibrio. El título de los Denver Nuggets representó la victoria de un equipo que está lejos de las franquicias más poderosas económicamente. Con unos ingresos de 348 millones de dólares, la asociación ocupa sólo el puesto 14 entre las 30 asociaciones de la liga. El punto es que, en los deportes estadounidenses, la diferencia entre los equipos es pequeña.


Hoy en día, los Golden State Warriors, el equipo más rico de la NBA, facturan 765 millones de dólares, frente a los 258 millones de dólares de los Memphis Grizzlies. Una diferencia de valor de 3 veces. Puede parecer mucho, pero, en el fútbol por ejemplo, esta cifra representa poco.

El mayor activo de la NBA para lograr un mayor equilibrio es especialmente el contrato televisivo de miles de millones de dólares. Hoy en día, las ventas nacionales e internacionales se dividen en partes iguales entre los equipos. La diferencia sólo surge en los acuerdos regionales de cada equipo.
Otro tema financiero relevante para mantener el equilibrio de la NBA es el tope salarial. Hoy en día, ningún equipo puede gastar más de 136 millones de dólares en salarios.

En la práctica, esto impide que un equipo tenga una constelación de estrellas, a menos que algún gran deportista sufra una reducción significativa de sus ingresos. En términos deportivos, la forma en que funciona el Draft también ayuda a mantener este equilibrio. Según las reglas, los equipos que no se clasificaron para los Play-Offs tienen preferencia en la obtención de jóvenes prospectos.