El Liverpool presentó hace algunos meses su nueva ciudad deportiva, una construcción en la que el lujo predomina por sobre todo. El club invirtió en ella una cifra cercana a los 60 millones de euros.

Pero al parecer los jugadores dirigidos por Jurgen Klopp no están para nada contentos con un detalle de los nuevos campos de entrenamiento. El club dejó Melwood luego de 70 años entrenando allí y desde hace 4 meses se mudaron a Kirkby, donde el primer equipo tiene espacio para compartir con el resto de las categorías.



Pero la nueva ubicación no deja del todo contentos a los jugadores, debido a la cantidad de viento y las malas condiciones metereológicas para entrenar. Pese a que el lugar cuenta con 3 campos de juegos completos, 2 gimnasios, salas de hidroterapia y piletas, las nuevas instalaciones están en una zona conocida como “Windy Harbour”. Se trata de una zona que especialmente en invierno resulta complicada por sus condiciones metereológicas.

Según informó “The Sun”, “los jugadores odian la nueva ciudad deportiva y hubieran preferido permanecer en los antiguos centros de entrenamiento de Melwood, no por la calidad de las instalaciones, sino por el viento”.