En este sentido, el Everton canceló sus contratos con USM Holdings, con quién tenía patrocinios y una opción de derechos de nombre de 45 millones de dólares para el estadio, y a su vez, con las empresas rusas MegaFon y Yota, eliminando sus nombres y logotipos del club. Como si fuera poco, Everton tampoco no renovará su asociación con el sponsor de la camiseta Cazoo, tras una negociación que no llegó a buen puerto entre ambas partes sobre los nuevos términos del contrato. La pérdida combinada de esos patrocinios se acerca a los 40 millones de dólares anuales.
A lo que se le suma la preocupante situación económica con la que ya contaba: entre 2017 y 2020 el equipo azul tuvo pérdidas por 307 millones de euros. Un estado financiero que no hubiese sido permitido por la Premier League, que establece unas pérdidas máximas en ese periodo de 125 millones de euros, de no haber existido la pandemia.
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Según informó en exclusiva el diario británico Daily Mail, por esta situación, "el Everton se arriesga a una deducción de puntos en la Premier League al estar al borde de incumplir las normas de beneficios y sostenibilidad".
La situación sería todavía peor en caso de descender, ya que se perderían los exorbitantes ingresos de la Premier League por los derechos de transmisión: la liga inglesa se aseguró $15.4 mil millones de euros para los próximos tres años.
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