
La información fue revelada por el programa Qué t´hi jugues de Ser Catalunya, que contó que el conjunto culé emitió algunos pagos a la empresa Dasnil 95, de la cual era propietario José María Enríquez Negreira, vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Fútbol entre 1994 y 2018.
La sospecha comenzó por la tributación de la empresa de 1.4 millones de euros, que habrían sido pagados por el Barsa en tres partes: 532.728,02 en 2016, 541.752 un año más tarde y 318.200 en 2018. Enríquez confirmó que el dinero proviene del club, pero que se debías a un trabajo de asesoría.

Ahora bien, si se confirma que hubo corrupción, Barcelona podría recibir duras sanciones, que podrían alcanzar a ser condenado con el descenso. Un ejemplo de esto fue lo que sucedió con la Juventus en la temporada 2006, que perdió la categoría y además le quitaron los títulos de la 2004-2005 y 2005-2006.
