Con el Brasileirao recién finalizado tras una fecha decisiva que definió tanto las clasificaciones a las Copas como los descensos, el fútbol brasileño vuelve a generar controversia. Esta vez el protagonista es Flamengo, el flamante campeón que presentó ante la Confederación Brasileña de Fútbol un polémico proyecto: eliminar las canchas de césped sintético del fútbol profesional. El Fla, también reciente ganador de la Copa Libertadores, argumenta que "las canchas de césped artificial no ofrecen condiciones adecuadas para el fútbol de alto rendimiento" y sostiene que existen múltiples estudios que demuestran los riesgos para la salud de los jugadores, incrementando lesiones y otros problemas derivados del contacto con el sintético.

En su propuesta, que busca la estandarización de los campos de juego en todo Brasil con plazo hasta finales de 2027 para la transición, Flamengo añadió un argumento contundente: "No hay ningún país que haya ganado un Mundial que acepte césped sintético, sólo Brasil". Esta iniciativa afectaría directamente a algunos de los estadios más importantes del Brasileirao, como el Allianz Parque de Palmeiras, el Estadio Olímpico Nilton Santos de Botafogo y el Arena MRV de Atlético Mineiro, todos equipados con superficie sintética. A ellos se sumarían el Arena da Baixada de Athletico Paranaense y el Arena Condá de Chapecoense, recién ascendidos desde la Serie B.


La respuesta no se hizo esperar, y quien salió con los tapones de punta fue Leila Pereira, presidenta de Palmeiras, con declaraciones muy picantes contra la propuesta del Fla. "Lamentablemente, es algo impulsado por el sesgo de los clubes. Lo cierto es que no hay evidencia científica de que las canchas sintéticas representen un mayor riesgo de lesiones para los deportistas", afirmó categóricamente. Además, Pereira destacó que desde la implementación del césped sintético en el Allianz Parque en 2020, Palmeiras ha sido uno de los clubes de la Serie A con menos jugadores lesionados, calificando las afirmaciones de la directiva del Flamengo como "noticias falsas".

Pero el golpe más duro vino en el cierre de sus declaraciones. Leila Pereira apuntó directamente contra el estado del propio estadio de Flamengo: "Si la actual directiva del Flamengo se preocupara de verdad por la calidad de los campos brasileños, el estadio del Maracaná no estaría tan mal". Y remató con una frase letal: "Además, el Flamengo, el día que tenga su propio estadio, podrá instalar el tipo de césped que quiera". Una controversia que promete seguir dando que hablar en el fútbol brasileño.