Jueves 20 de Febrero de 2025
River estará nuevamente presente en el mercado financiero, aunque esta vez con una obligación negociable: el objetivo es contar ahora con una suma de dinero (de al menos $6.000 millones y como máximo de $12.000 millones) proveniente de inversionistas o hinchas comunes, quienes recuperarán lo puesto y tendrán las tasas más competitivas del mercado. Estará abierta para el público en general.
Por reglamento, los clubes de fútbol tienen prohibido acceder a esta herramienta, salvo que el destino final sea una causa social (como es el caso del Millonario): usará estos fondos para la construcción de una nueva Casa River en el predio de Cantilo, que tiene un costo estimado de u$s 10 millones.
El lugar será de 5.000 m² cubiertos, se edificará en un tiempo estimado de 12 a 13 meses, albergará a un promedio de 80 chicos por año, contará con áreas de kinesiología, gimnasios, vestuarios y un espacio educativo. Uno de los beneficios de su mudanza desde el Monumental es la estabilidad y concentración en el desarrollo deportivo y educativo de los jóvenes, quienes ya no verán alteradas sus rutinas a causa los distintos eventos que tienen lugar en el estadio.
En ese sentido, es importante remarcar que el club se someterá a diferentes auditorías en las que se controlará el destino de los fondos, dado que únicamente pueden usarse para la Casa River por la herramienta elegida. Ahora bien, ¿por qué desde la dirigencia optaron por licitar una obligación negociable en el mercado? El principal objetivo, como en su momento fue el fideicomiso, es contar con el dinero ahora para llevar adelante la obra; oportunidad a la que el club pudo acceder gracias a su solidez económica.

Se trata de un instrumento de deuda mediante el cual el emisor (en este caso River) obtiene fondos de inversores (un hincha o persona común también es considerado un inversor en esta oportunidad) y se compromete a pagar intereses y capital en fechas determinadas.
Por reglamento, los clubes de fútbol tienen prohibido acceder a esta herramienta, salvo que el destino final sea una causa social (como es el caso del Millonario): usará estos fondos para la construcción de una nueva Casa River en el predio de Cantilo, que tiene un costo estimado de u$s 10 millones.

El lugar será de 5.000 m² cubiertos, se edificará en un tiempo estimado de 12 a 13 meses, albergará a un promedio de 80 chicos por año, contará con áreas de kinesiología, gimnasios, vestuarios y un espacio educativo. Uno de los beneficios de su mudanza desde el Monumental es la estabilidad y concentración en el desarrollo deportivo y educativo de los jóvenes, quienes ya no verán alteradas sus rutinas a causa los distintos eventos que tienen lugar en el estadio.
En ese sentido, es importante remarcar que el club se someterá a diferentes auditorías en las que se controlará el destino de los fondos, dado que únicamente pueden usarse para la Casa River por la herramienta elegida. Ahora bien, ¿por qué desde la dirigencia optaron por licitar una obligación negociable en el mercado? El principal objetivo, como en su momento fue el fideicomiso, es contar con el dinero ahora para llevar adelante la obra; oportunidad a la que el club pudo acceder gracias a su solidez económica.

Se trata de un instrumento de deuda mediante el cual el emisor (en este caso River) obtiene fondos de inversores (un hincha o persona común también es considerado un inversor en esta oportunidad) y se compromete a pagar intereses y capital en fechas determinadas.