La Premier League se reunió con la Federación Inglesa (FA) para quedarse con la liga femenina de fútbol de Reino Unido y así mejorar el desarrollo y crecimiento de la misma.
Desde la creación en 2011, la FA es la encargada de organizar esta competición, pero son varias las entidades que se han quejado sobre algunas decisiones tomadas en torno a la gestión. En los últimos años se han bajado notoriamente las asistencias a los partidos y los ingresos de patrocinios.
Los clubes de la Premier apuntan a que la disciplina sea más profesional y para ello proponen que los partidos se jueguen en los estadios de la máxima categoría del futbol inglés, siempre que el calendario lo permita.
Este movimiento se da en pleno apogeo de la disciplina con el Mundial de Francia y en la antesala de la implementación de cambios que buscan acelerar la profesionalización de la carrera de las jugadoras en Reino Unido.
Entre los más destacados: las futbolistas deberán tener un contrato de al menos 16 horas por semana y se les exigirá a los equipos un plan de negocio para incentivar la asistencia y generar ingresos propios, al margen de los que le otorgue al FA como ayuda.
.webp)
