El posible fichaje de Lionel Messi al Manchester City fue la gran atracción del mercado de pases. Todo parecía encaminado para que el argentino se sumase al equipo inglés, pero terminó siendo el propio Messi el que despejó las dudas sobre su futuro.
Desde que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) decidió levantar la sanción de 2 años sin poder jugar en competencias europeas, el City estaba dispuesto a desembolsar una fortuna para quedarse con el capitán del Barcelona. De hecho, se había filtrado una posible inversión de 100 millones de euros brutos por año entre salario e impuestos.
Sin embargo, una vez que se conoció la decisión de Messi de continuar en Barcelona, el City no bajó los brazos y apuntó a más. Hasta el momento, gastaron 80 millones de euros, cifra que probablemente crezca porque el mercado de pases finaliza el 5 de octubre.
El primer refuerzo fue Nathan Ake, procedente del Bounemouth, al que le pagaron 45 millones de euros. Es defensor, tiene 25 años y ya tuvo experiencia en Chelsea, Reading y Watford e incluso fue internacional con la Selección de Holanda.
El segundo en sumarse fue Ferrán Torres al que apostaron unos 23 millones de euros (más 12 en variables). Tiene apenas 20 años, jugó en Valencia y ya es parte de la Selección de España.
Por el momento llegaron estos 2 refuerzos pero la billetera del club está dispuesta a seguir invirtiendo, más si se quedaron con las ganas de sumar a Messi. Entre los posibles apuntados están José María Giménez, Kalidou Koulibaly y Jules Koundé. Por el primero habrían ofertado 89 millones de euros pero Atlético Madrid lo rechazó, mientras que Koundé tiene una cláusula de salida de a 80 millones de euros.
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