Electronic Arts (EA), una de las compañías de videojuegos más grandes del mundo, ha cerrado un acuerdo histórico para ser adquirida por un consorcio de inversores privados por 55.000 millones de dólares (41.000 millones de libras). Los compradores incluyen al Public Investment Fund (PIF) de Arabia Saudí, los estadounidenses Silver Lake y Affinity Partners, el fondo de Jared Kushner.
Con esta operación, EA dejará de cotizar en bolsa, ya que todos sus títulos pasarán a estar en manos del consorcio. El acuerdo ha sido catalogado como el mayor leveraged buyout (LBO) de la historia, una compra financiada en gran parte con deuda, lo que genera expectativas e interrogantes en la industria.
El consorcio pondrá alrededor de 27.000 millones de libras de capital propio, mientras que otros 14.000 millones se financiarán con préstamos. El CEO de EA, Andrew Wilson, intentó disipar dudas sobre la capacidad de la compañía para afrontar esa deuda, señalando la fortaleza de franquicias como EA FC, Madden y el próximo Battlefield 6. Sin embargo, reconoció que las posibilidades de invertir en nuevos desarrollos podrían verse limitadas.
El acuerdo también despierta críticas sobre las acusaciones de sportswashing que rodean al fondo saudí PIF, que ya ha realizado otras inversiones millonarias en el sector del gaming y el deporte. A esto se suma la preocupación por posibles recortes de personal, un escenario habitual en adquisiciones de este tipo, donde las empresas privadas buscan reducir costes tras abandonar los mercados públicos.

