Roland Garros

El argentino que ingresó al Roland Garros como “Lucky loser” y tendrá que manejar durante 10 horas para llegar a jugar

El argentino que ingresó al Roland Garros como “Lucky loser” y tendrá que manejar durante 10 horas para llegar a jugar
Domingo 27 de Mayo de 2018

La vida de los tenistas suele ser vista e interpretada como una vida de lujos, dinero, viajes y autos, pero en muchos casos se desconocen los grandes sacrificios que ellos deben hacer para luego estar ahí. La gente se queda con lo que le sucede a los tenistas de los primeros puestos del ranking mundial y no saben las situaciones que deben vivir los que luchan por subir posiciones en él.

Marco Trungelliti tiene 28 años, nació en Santiago del Estero pero vive en Barcelona, está en el puesto 190° del ranking de la ATP y tiene que llegar a París antes de la mañana del lunes si desea cumplir su sueño de poder jugar en el cuadro principal del Roland Garros.

Si bien en los últimos días Marco ya estuvo compitiendo en el predio del Abierto de Francia, lo hizo en la clasificación. El resultado no fue el mejor ya que perdió contra el polaco Hubert Hurkacz por 6-3, 4-6 y 6-4 y de esa manera se terminó su sueño de poder disputar este importante Gran Slam. Pero en la vida de un deportista la suerte también es una parte importante.

Tras ducharse luego de la derrota, Trungelliti volvió a su casa en Barcelona para luego seguir con sus entrenamientos pero en la mañana de ayer, su teléfono sonó y una voz al otro lado le comunicó que algunos lugares en el cuadro principal se habían liberado por lesiones y que él tendría la posibilidad de acceder a él.

Entre la emoción y la adrenalina el jugador volvió a armar los bolsos, agarró sus raquetas y tomó el auto acompañado por su familia para emprender un viaje por ruta hasta París, donde su sueño se cumplirá. Tal como indica el Diario La Nación, Trungelliti deberá presentarse el lunes antes de las 6 de la mañana de Argentina en París.

“Lucky loser” del australiano Nick Kyrgios, que se bajó por problemas físicos, Marco tendrá la oportunidad de cumplir su sueño en el polvo de ladrillo de la capital francesa.