Una nueva edición del Argentina Open, el clásico torneo ATP 250 de la Ciudad de Buenos Aires, ya está en juego. En este caso con importantes novedades, como es la vuelta de Juan Martín Del Potro a las canchas del circuito.

En la previa al comienzo del torneo, los propios organizadores anunciaron que existe la posibilidad de que el certamen de un salto y deje de ser un ATP 250 para pasar a ser un ATP 500, un deseo de la organización que podría volverse realidad a partir de 2023.



Se trata de la misma categoría que tiene el torneo de Río de Janeiro, el cual se juega a la semana siguiente de Buenos Aires en el calendario. Fue la ATP la que dispuso la necesidad de tener cambios en el calendario y es por eso que algunos torneos tendrán un ascenso. El Argentina Open no es el único torneo interesado en subir de categoría, también hay otros que lo buscan y que tienen importantes características que le permitirían lograrlo.

Al momento son 10 los torneos ATP 500 del circuito: Río de Janeiro, Rotterdam, Dubai, Acapulco, Barcelona, Halle, Londres (Queen’s), Hamburgo, Washington y Viena. Tokio, Pekín y Basilea fueron cancelados por la pandemia.

“Tenemos buenas posibilidades, estoy convencido de que lo podemos lograr. Desde el principio dijimos que teníamos aquí un torneo que es fuerte como un roble, y así quedó demostrado. Como parte de la idea de desarrollar el tenis, tenemos un proyecto para hacer crecer este torneo, de 250 a un 500. Es una cuestión que surge desde la ATP, que abre las puertas y hay varios torneos y ciudades que se postulan. Obviamente no vamos a estar solos, pero estamos muy bien parados Creemos que somos buenos candidatos y hemos ido cumpliendo los pasos”, le dijo Martín Hughes, director ejecutivo y socio de Tennium, la empresa dueña de la semana en la que se juega el torneo de Buenos Aires a La Nación.

Entre los principales detalles que implica pasar de ser un torneo ATP 250 a 500 está lo económico. El “Prize Money” debería pasar de los 600 mil dólares actuales a cerca de 1.8 millones de dólares. Esto se refleja directamente entonces en la necesidad de conseguir mayores ingresos por parte de sponsors.

En cuanto a la competencia, el aumentar de categoría le permitiría al Argentina Open tener una mayor cantidad de jugadores con mejor ranking a nivel mundial, ya que entregaría más puntos para el circuito. Cada jugador Top 30 debe jugar 4 torneos de este puntaje por año.

Un cambio de categoría para el Argentina Open también podría implicar una mudanza del torneo. "Si llegamos a subir a categoría 500, que es un sueño que siempre tuvimos pero que ahora puede ser real, habría que replantear temas como el del espacio. Generalmente en un ATP 500 se requiere un segundo estadio; nuestra cancha 2 es para 700 personas y necesitaríamos un número más alto. Pero después hay que ver las comodidades para las personas. Por eso, en ese caso, también tendríamos que ver si el Buenos Aires es el lugar o deberíamos plantear otro espacio", dijo Martín Jaite, director del torneo durante la conferencia de prensa.