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Viernes 11 de Diciembre de 2020
Ben Francis tenía solo 19 años cuando decidió crear la marca Gymshark, mientras estudiaba una carrera universitaria y trabaja por la noche como repartidor de pizza. Entre las clases y los repartos, se dedicaba a responder mails y hacer crecer su empresa.
Durante los primeros 2 años comenzó a facturar 320.000 dólares, lo que lo hizo decidir abandonar la Universidad para dedicarse de lleno a la marca. 7 años más tarde, Gymshark tiene una facturación de 130 millones de dólares.
Lo cierto es que antes de obtener buenos resultados con esta empresa, también los tuvo vendiendo placas para autos por internet y creando aplicaciones para medir los niveles de ejercicio corporal a través de los smartphones. Incluso, una de estas le reportó ganancias por 10.000 dólares.
Gymshark es una marca de ropa deportiva pensada para los fanáticos de los gimnasios. Si bien comenzó vendiendo suplementos alimenticios para deportistas, los malos resultados lo hicieron volcarse a la confección de ropa. “Una tarde estaba en el gimnasio y miré alrededor, sentí que nadie tenía la ropa que yo quería ponerme. Así que dije: 'la voy a hacer yo mismo’”, comentó en una entrevista.
Sus amigos y su hermano fueron los encargados de realizar la inversión inicial. Con esa plata, compró una máquina de coser y una impresora, con las que trabajó durante el primer tiempo en el garaje de su casa.
Su primera gran decisión la debió tomar a la hora de comenzar a confeccionar las prendas. En ese momento decidió producir remeras sin mangas, llamadas “esqueleto”, que están enfocadas en adolescentes flacos y sin musculatura.
Actualmente la marca tiene 215 empleados y 1.2 millones de clientes. Las redes sociales han tenido mucho que ver en sus cifras de ganancias, ya que la promoción a través de ellas, volvió viral a la marca. Hoy en día, la página de Instagram de Gymshark tiene 4.9 millones de seguidores y 1.5 millones en Facebook.
Producto de la promoción, la marca también comenzó a organizar sus propios eventos alrededor del mundo, para conocer a quienes consideran sus “estrellas”.
El próximo paso de la marca es volverse famosa a nivel internacional. Hasta ahora, cerca del 40% de las ventas llegan desde Estados Unidos y el objetivo es llegar comercializarlos en 25 países distintos. Hasta el momento solo están presente en 11.
Durante los primeros 2 años comenzó a facturar 320.000 dólares, lo que lo hizo decidir abandonar la Universidad para dedicarse de lleno a la marca. 7 años más tarde, Gymshark tiene una facturación de 130 millones de dólares.
Lo cierto es que antes de obtener buenos resultados con esta empresa, también los tuvo vendiendo placas para autos por internet y creando aplicaciones para medir los niveles de ejercicio corporal a través de los smartphones. Incluso, una de estas le reportó ganancias por 10.000 dólares.
Gymshark es una marca de ropa deportiva pensada para los fanáticos de los gimnasios. Si bien comenzó vendiendo suplementos alimenticios para deportistas, los malos resultados lo hicieron volcarse a la confección de ropa. “Una tarde estaba en el gimnasio y miré alrededor, sentí que nadie tenía la ropa que yo quería ponerme. Así que dije: 'la voy a hacer yo mismo’”, comentó en una entrevista.
Sus amigos y su hermano fueron los encargados de realizar la inversión inicial. Con esa plata, compró una máquina de coser y una impresora, con las que trabajó durante el primer tiempo en el garaje de su casa.
Su primera gran decisión la debió tomar a la hora de comenzar a confeccionar las prendas. En ese momento decidió producir remeras sin mangas, llamadas “esqueleto”, que están enfocadas en adolescentes flacos y sin musculatura.
Actualmente la marca tiene 215 empleados y 1.2 millones de clientes. Las redes sociales han tenido mucho que ver en sus cifras de ganancias, ya que la promoción a través de ellas, volvió viral a la marca. Hoy en día, la página de Instagram de Gymshark tiene 4.9 millones de seguidores y 1.5 millones en Facebook.
Producto de la promoción, la marca también comenzó a organizar sus propios eventos alrededor del mundo, para conocer a quienes consideran sus “estrellas”.
El próximo paso de la marca es volverse famosa a nivel internacional. Hasta ahora, cerca del 40% de las ventas llegan desde Estados Unidos y el objetivo es llegar comercializarlos en 25 países distintos. Hasta el momento solo están presente en 11.
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