Miércoles 30 de Noviembre de 2016
Según declaraciones impresas del entrenador emblema del Auxerre francés, Guy Roux, el ex mandatario cubano le habría ofrecido regalar un islote anexo al país si lograba que la gente adoptara su misma pasión por el fútbol.
“Era el año 1993 y estaba de vacaciones en Cuba. A las cinco de la mañana llamaron a mi habitación. Eran dos militares. Me dijeron que Fidel quería verme. Me llevaron ante él, en la residencia de jefes de Estado. También estaba Raúl Castro. Fidel me dijo que si en dos años conseguía que los jóvenes cambiasen el bate por el balón me regalaría una isla. Estuve tentado, pero no acepté”, aseguró Roux en su libro.
Fidel Castro inició jugando al fútbol gracias al sacerdote catalán Pedro Pablo Ferré, en su adolescencia y rápidamente adoptó gusto por el deporte, en donde alguna vez afirmó que, “era delantero y corría bastante. El fútbol me ayudó a forjar la voluntad y a probar mi resistencia física. Me produjo satisfacción y aumentó mi espíritu de lucha”.
“Era el año 1993 y estaba de vacaciones en Cuba. A las cinco de la mañana llamaron a mi habitación. Eran dos militares. Me dijeron que Fidel quería verme. Me llevaron ante él, en la residencia de jefes de Estado. También estaba Raúl Castro. Fidel me dijo que si en dos años conseguía que los jóvenes cambiasen el bate por el balón me regalaría una isla. Estuve tentado, pero no acepté”, aseguró Roux en su libro.
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Fidel Castro inició jugando al fútbol gracias al sacerdote catalán Pedro Pablo Ferré, en su adolescencia y rápidamente adoptó gusto por el deporte, en donde alguna vez afirmó que, “era delantero y corría bastante. El fútbol me ayudó a forjar la voluntad y a probar mi resistencia física. Me produjo satisfacción y aumentó mi espíritu de lucha”.
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