Mientras se esperan nuevas propuestas para bautizar comercialmente al “Nou Camp Nou”, medios españoles revelaron esta semana que el club catalán habría declinado una jugosa oferta de 300 millones de euros por 20 años de patrocinio con Mediapro como ofertante.
La productora habría extendido el ofrecimiento justo después de que desde el club afirmaran que esperaban una oferta de 200 millones para poder costear así un tercio de las obras proyectadas para la refacción de su escenario deportivo, no obstante un tema en cuestión terminó por desestimar más negociaciones.
Resulta que una de las condiciones en el contrato que proponía Mediapro se pedía al Barcelona retirar la demanda por espionaje industrial que presentó contra el expresidente azulgrana Sandro Rosell en 2016, hecho al cual Bartomeu y compañía se negaron rotundamente.
“Se entendió que hablar de negocios con quien tiene una querella puesta contra el club no es conveniente”, afirmaron desde el club ante la prensa.
Por su parte, Jaume Roures titular de la productora se refirió al asunto sosteniendo que: “Tuvimos una negociación con el club durante un par de meses. Hubo una cuantas reuniones con este objetivo.Pero esto se rompió de golpe y porrazo. Y apareció esta exigencia (retirada demanda) que lógicamente estaba fuera de lugar. El planteamiento era por 20 años de ‘naming’”.

